Profesión (oficio u ocupación)

Este verano, buscando otra cosa, aterricé en los censos electorales de Aragón (digitalizados en DARA) del período 1890-1955. Me pareció una fuente interesantísima de información, ya que de cada localidad se aportan el nombre y apellido de los hombres con derecho a voto, así como su edad, dirección, si son elegibles para cargos concejales y si saben leer y escribir.

Empecé a ojearlos con la intención de ir detectando los antiguos nombres de las calles de Sos del Rey Católico y las fechas de sus modificaciones, pero me he quedado entretenida con otra cuestión, las profesiones, oficios u ocupaciones de los sosienses del cambio del siglo XIX al siglo XX (recuerda que en ese momento sólo podían votar hombres, por lo que no aparecen las mujeres en los listados).

Aparcadas las calles y centrada en contestar a de qué se vivía en Sos en los albores del siglo XX, he hecho el listado de profesiones de los censos de los años 1890, 1901 (no está el de 1900 de la provincia de Zaragoza) y 1910.

Aún desaparecidos algunos, gran parte de los oficios u ocupaciones son fácilmente identificables:

Sin embargo, me he encontrado con otras profesiones que me han resultado curiosas y muchas totalmente desconocidas:

Albeitar (1890)
Es lo que hoy denominamos veterinario. La palabra no me resultaba desconocida, ya que el traductor de la primera obra impresa en castellano sobre veterinaria, el libro de Albeitería (Zaragoza, 1495), fue el sosiense Martín Martínez de Ampiés.

Bastero
Fabricante y vendedor de basto, también llamado albarda, pieza acolchada (generalmente de paja) que se colocaba sobre las caballerías de carga, para que los aparejos que se ponían sobre ellos no dañaran al animal. [Esperamos que el burro de la imagen lo llevara, que parece que el pobre va cargadico. Fotografía de Sos del Rey Católico aparecida en una revista francesa, años 40]

Botero (1901)
Fabricante y vendedor de botas. Dado que hay zapateros, imagino que no se refiere al calzado, sino a las botas u odres para líquidos (actualmente las asociamos al vino, pero eran utilizadas también para otros líquidos). No he encontrado curtidores en el pueblo, por lo que imagino que se encargaría de todo el proceso de la preparación de las pieles de cabra.

Cesante (1901)
Esta “ocupación” merece más detalle del que vamos a dedicarle aquí, ya que fue una situación frecuente durante gran parte del siglo XIX (1833-1918). El cesante es una persona de clase media (burguesía) que ha tenido un puesto público (funcionario), pero que por un cambio de gobierno ha sido apartado de su oficio. No por falta de habilidad, generalmente porque su puesto ha sido ocupado por una persona más afín a los nuevos cargos públicos. Vamos, por voluntad del alcalde. (Creo que si me vuelvo a leer ahora Miau de Benito Pérez Galdós le sacaré mucho más sentido que cuando la leí en el instituto).

Coadjuntor
Pensé que sería un tipo de cargo público de carácter administrativo, pero resulta que es un oficio religioso. El coadjuntor es un eclesiástico que ayuda al cura párroco.

Fardero
Llamados en otros lugares mozo de cordel, la palabra realmente lo dice todo: es quien se dedica a llevar fardos, bártulos, paquetes, bultos… al hombro o con carretilla (teniendo en cuenta cómo era el empedrado de las calles de Sos, me parece que optarían por llevarlos a hombros a pesar de terminar deslomados).

Pelaire
Cardador de lana. No había escuchado jamás la palabra, pero tiene toda la razón de ser que hubiera un oficio intermedio entre el esquilador y el tejedor.

Piquero (en Sofuentes, 1910)
Al buscar la palabra, la primera acepción es “soldado que va armado con una pica”, pero ni por época ni por lugar parece que tenga demasiado sentido. Rastreando un poco más, he encontrado el uso del término en Aragón como sinónimo de albañil. Eso me cuadra más.

Sillero
Fabricante de sillas. Parece obvio, pero es que viendo que había un buen número de carpinteros me ha sorprendido. No había caído yo en las sillas de enea, tan comunes hasta hace unos años. No sólo las fabricaba (incluso a medida, por ejemplo, las costureras necesitaban sillas más bajas) sino que también las reparaba.

Con los cambios de costumbres y modas este oficio aún pervivió de manera ambulante hasta hace no tantos años.

Soguero
De nuevo parece evidente, fabricante y vendedor de sogas. Y resulta sorprendente que se pudiera vivir y sobrevivir con un oficio tan específico.

Tablajero
La raíz del término es “tabla”, pero ¿a qué tabla se refiere? Aunque en algún momento el término estaba más bien relacionado con casas de juego, viendo la cantidad que aparecen, parece más bien que haría referencia a comerciantes que colocarían puestos (en tablas) en los mercados.

Telegrafista (1910)
¿Cómo imaginar desde nuestra época, en la que todos llevamos un teléfono mini ordenador en el bolsillo, la comunicación por telégrafo? Empezó a implantarse en España en el año 1854, con la construcción de una línea que unía Madrid e Irún. A partir de ahí, se ampliaron las líneas de comunicación para ir transmitiendo esos mensajes en código morse, en 10 años se habían creado 10.000 km de líneas y 194 oficinas, y se cursaban ¡casi un millón de telegramas al año!

En el momento en que encontramos ese oficio en Sos del Rey Católico, la línea contaba con 53.714 km y existían 1902 oficinas.

Tratante
Ni de personas, ni de armas… de ganado. Hoy en día, aún podemos ver rebaños de ovejas pastando en los alrededores del pueblo, pero nada que ver con las que había hace un siglo. Y no sólo ovejas. También cabras, caballos, mulas, asnos y ¡hasta vacas!

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De los oficios reconocibles, hay dos coincidencias que -digamos- me han hecho gracia:
-El sepulturero vive en la calle Amargura
-Un armero tiene su dirección en la calle… ¡Arco! Aún ando pendiente de confirmar qué calle sería actualmente, pero ¿y si fuera la casa donde está la Tienda Museo y Ruta del Tiempo?. Actualización noviembre 2021: aunque cerquita, ¡no! Gracias a una vecina he averiguado que la desaparecida calle arco era la que se encontraba a mano izquierda nada más pasar el Portal de Uncastillo (no hay nombre actual, la calle no se considera ya como tal).

El cementerio más antiguo y el primer artista de Sos

Aunque el título del post puede parecer extraño, realmente es así. Hoy vamos a hablar del Dolmen de Arás o dolmen de Sos del Rey Católico, también llamado en algún lugar dolmen de Añués, ya que se encuentra en el camino que lleva a la Torre de Añués. Y de los grabados rupestres de la época de la Edad del Bronce que se encuentran (escondidos y muy poco conocidos) en el término municipal de Sos del Rey Católico.

Durante el neolítico, con el desarrollo de la agricultura, los seres humanos empezaron a crear asentamientos más estables. No elegían lugares escarpados en lo alto de una colina como es el caso de la actual villa de Sos, se buscaban valles más resguardados, cercanos a ríos. Los restos de la época neolítica en esta zona suelen ser esporádicos. Las viviendas, construidas con materiales perecederos como maderas y barro, no han dejado restos materiales en la actualidad. A veces aparece algún hacha pulimentada u otros utensilios. La zona tiene una historia posterior tan intensa que es un período al que se le ha prestado poca atención, en mi opinión.

Sin embargo, sí hay un tipo de estructuras de finales de la época neolítica y comienzos de la edad de bronce que han llegado hasta la actualidad: los monumentos megalíticos (literalmente, “de piedras grandes”). Cierta aura esotérica los acompaña en ocasiones. Bien es cierto que su función exacta se nos escapa en algunos casos pero, sea como sea, el esfuerzo titánico de estas construcciones implica que han de ir unidas a rituales y creencias que en esencia son el “pegamento” de las comunidades humanas.

Antes de continuar, señalar que en Aragón cualquier monumento megalítico es considerado un Bien de Interés Cultural. Hay numerosos ejemplos en el Pirineo, pero en la provincia de Zaragoza tan sólo he encontrado referencia de otro, el dolmen de Larra en Salvatierra de Esca. Con esto quiero decir: es algo importante.

Dolmén de Arás

En el término de Sos del Rey Católico, lo que conservamos es un dolmen (literalmente, “mesa grande de piedra”), una estructura formada por varias losas de piedra clavadas en vertical (llamadas ortostatos) sobre las que se coloca otra gran losa a modo de techumbre.

La función de los menhires o crómlech puede seguir siendo confusa en muchos de los casos. Además de ser un posible lugar de encuentro y límite territorial, la finalidad utilitaria del dolmen está más clara: tienen una función sepulcral, se utilizaron como lugar de enterramiento colectivo. Con un mínimo ajuar, allí se enterraban lo que se cree eran los miembros más destacados del grupo. Es decir, es el cementerio más antiguo de Sos del Rey Católico.

El dolmen de Arás conserva los 5 ortostatos, de 1,23 m a 1,48 m de alto, la piedra baja que marcaría la entrada (en origen otra piedra más grande sobre ella sellaría el sepulcro), y caía en el interior, la gran losa que estaría en la parte superior. En el entorno hay otras piedras, pero saber si formaban parte del conjunto (creando un peristalito o como parte del túmulo que en ocasiones cubre los dólmenes) supera mis conocimientos. Sobre que la estructura es un dolmen no hay duda, la intencionalidad de la colocación de las piedras está clara y está orientado al este. Por tamaño (no más de 2 metros de lado) y tipología (dolmen “simple”, sin pasillo) se corresponde con el modelo más habitual en Aragón (aun siendo dos los ortostatos a cada lateral y no uno).

Aunque fue Mariano Zarzuelo quien lo estudió y lo publicó en el 2010, la existencia del dolmen era ya conocida en Sos del Rey Católico. Hace unos años, en la Pastelería Puente me regalaron unas postales de rincones y monumentos de la villa dibujados.  Aunque no llevan fecha impresa, están selladas y marcadas con el timbre conmemorativo del centenario del nacimiento de Fernando el Católico, en el año 1952. En la imagen, la nº 17, Sos del Rey Católico. Dolmen. Vale, el parecido es relativo. O yo no he atinado con la perspectiva, o el autor quiso mostrar cómo sería con la piedra encima, o se refiere a otro dolmen distinto (sería una casualidad estupenda).

Grabados rupestres al aire libre, insculturas prehistóricas

Es una pena que nadie se lo contara a J.I. Royo Guillén en 1994. Gracias al agente forestal Sergio Marco Giménez tuvo conocimiento de unos grabados rupestres en el Corral de Lafita (aunque es probable que haya un error en la denominación del corral), y publicó el estudio en la revista de arqueología aragonesa de ese año.

A pesar de que por técnica y tipología da como datación posible la Edad de Bronce, la ausencia de otros hallazgos relacionados en las prospecciones realizadas no le permite asegurar más el contexto cronológico. ¡Ojalá alguien le hubiera hablado del dolmen situado a kilómetro y medio de los grabados! Porque este tipo de restos son imposibles de datar con precisión, y no sería la primera vez que alguna marca inicialmente prehistórica se acaba descubriendo como medieval, moderna o incluso contemporánea (he encontrado un artículo posterior que apuesta por que sean cruces procesionales medievales, por eso tan importante el poder contextualizar).

En una gran roca vertical, lisa como su fuera un perfecto lienzo, se encuentran 12 figuras realizadas con la técnica de repicoteado/picado, que se englobarían en las representaciones del arte esquemático de la Edad del Bronce. Con muchas reservas, Royo Guillén apunta que la composición sería una escena, y que de ser las figuras cruciformes figuras esquemáticas de personas, podría ser la representación de un núcleo familiar.

Seis de las figuras son motivos circulares (cazoletas), puntos que no son muy fáciles de detectar a simple vista. Lo que mejor se percibe son las cuatro figuras estilizadas. Las de los extremos, figuras antropomórficas cruciformes con forma phi (se denomina phi a la figura antropomórfica compuesta por un trazo vertical y un círculo, similar a la letra Φ griega). En el centro, una figura antropomórfica cruceiforme y otra que supone una variante de antropomorfo ancoriforme (cuando los “brazos” de la cruz giran hacia abajo, con una forma similar al ancla).  Esta es la más compleja y curiosa de todas, francamente espectacular. ¡Menuda obra la del primer artista de Sos!

En definitiva, a la espera de que alguien se anime a hacer un estudio en conjunto de ambos elementos, yo diría que la hipótesis de que allí hubo un asentamiento durante la Edad del Bronce (acotando un poco la posible datación de los grabados y el período megalítico, pongamos que en el 2.500-1.300 a.C.) es de lo más plausible. Así que, en apenas un paseo de menos de dos horas, desde el Sos del Rey Católico medieval podemos retroceder aún más en el tiempo ¡y llegar a la prehistoria! La ruta, ¡en otro post!

Si quieres conocer los estudios originales: dolmen de Sos del Rey Católico, grabados rupestres del Corral de Lafita. Yo conocí la existencia del dolmen gracias a Manuel Valle, y la de los grabados por Diego Hernández, gracias al cual ¡pude además verlos in situ!.

De fuegos, almas y personas

En este post vamos a ir desgranando la respuesta a ¿cuántas personas viven en Sos del Rey Católico? en tres momentos temporales.

Finales del siglo XV

Actualmente, cada uno de nosotros está “fichado”. Todos tenemos nuestro número nacional de identidad y aparecemos, me temo, en más bases de datos de las que somos conscientes.

A pesar de lo interesantes que pueden resultar los estudios estadísticos poblacionales, no nos engañemos, la motivación principal por la que un órgano de poder se interesa por cuántas personas hay en su territorio, está relacionada con la fiscalidad. Y la fiscalidad, en el siglo XV, tiende a estar vinculada a guerra…

Ante la amenaza de la invasión del rey francés Carlos VIII, Fernando el Católico se vio en la necesidad de organizar un ejército de 4.000 hombres, para lo cual necesitaba dinero. Las Cortes, reunidas en Tarazona en agosto de 1495, acordaron destinar a la financiación de ese ejército lo recaudado en las “sisas”. Salvando las distancias, las “sisas” serían como nuestro IVA, un impuesto al consumo.

El modo de control y recaudación actual de un impuesto indirecto es impensable en el siglo XV, se hacía estableciendo un pago de determinados sueldos por fuego, variable (de 13 a 33) en base a la cantidad de fuegos de cada localidad.

¡Uy! Lo mismo conviene explicar un par de cosillas de este último párrafo:
Sueldo es un valor monetario (aunque no una moneda “real”).
Fuego es en este caso una metonimia, sirve para designar el hogar, la casa, la familia.

Y aquí tenemos el dato. En el Sos de 1495 se contabilizaron 124 fuegos. ¿A cuántas personas equivaldría? Aunque depende de la situación del momento, dado que el ratio suele ser 4-6, multipliquemos por 5: 620 personas aproximadamente.

Mediados del siglo XIX

15 años, 11 meses y 7 días de trabajo plasmados en 16 volúmenes que se imprimieron en 5 años….  los datos de la creación del Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de Ultramar de Pascual Madoz son casi tan fascinantes como la información que alberga.

En la entrada dedicada a Sos, se indica que la villa cuenta con 521 vecinos y 2.475 almas. En ese contexto, la palabra vecino hace referencia al hombre mayor de edad cabeza de familia, y almas engloba a esos vecinos y a cada uno de los miembros de su familia.

poblacion

Siglo XXI

Para datos actuales, lo mejor es acudir a la web del Instituto Aragonés de Estadística. Allí encontramos las cifras del último padrón de habitantes (año 2017), que nos indica que la villa de Sos del Rey Católico tiene 496 habitantes (588 en todo el municipio, contando Sofuentes y Campo Real).

Pero ya hemos visto que en los dos períodos anteriores el dato no era (o no era sólo) el número de habitantes, sino la cantidad de familias o casas. También encontramos esa información para el siglo XXI (año 2011): el número de viviendas (en todo el municipio) asciende a 691. De ellas, 287 son viviendas principales, 202 son segundas residencias y 202 están vacías.

Zona del castillo y Plaza de la villa de Sos del Rey Católico

Zona del castillo y Plaza de la villa de Sos del Rey Católico

Estos datos son sumamente útiles, pero no son 100% reales. En todas las épocas hay una población flotante que vive en Sos por trabajo durante una temporada más o menos larga pero que no está empadronada en la villa. Además, en la actualidad, hay personas empadronadas en la villa pero que en la práctica viven y trabajan en otras localidades.

No voy a alargarme escribiendo mis reflexiones sobre nuestro trocito de la España vacía, donde hoy en día vivimos menos personas que en el siglo XV… ¡pero me encantará leer las vuestras!

Historia de Sos del Rey Católico

A lo largo de estos años hemos ido compartiendo la historia de Sos de distintas maneras, ¡y cada vez más resumida!

Comenzamos con el libro Momentos en Sos, luego, en el folleto sobre Sos del Rey Católico y alrededores que damos a los huéspedes. Hacer el video para contarla en 3 minutos fue un nuevo esfuerzo por resumir, y ahora… ¡lo esencial de la historia de la villa plasmado en una infografía!

historia color

De verdad, ¡ya no soy capaz de resumirlo más! 🙂

Torre del homenaje

Si nos sigues en medios sociales, ya sabrás que estamos muy implicados en el proyecto que la Asociación de Amigos de la Feria planea para este año: cubrir con cuadraditos de ganchillo la torre del castillo.

Uno de los objetivos de las labores de urban knitting es ayudarnos a percibir de otra manera aquello que nos rodea, obligarnos a fijarnos en elementos que por ser cotidianos dejamos de admirar y apreciar. Así que, ¿te apetece conocer un poco mejor la torre del homenaje de Sos del Rey Católico? ¡Sigue leyendo!

torre01Como ya os hemos contado en alguna ocasión, el origen del Sos que conocemos lo encontramos en lo alto de la Peña Feliciana, en el castillo que el reino de Pamplona construyó en el siglo X dentro de la línea defensiva frente al Islam. En aquel momento primaba la rapidez, así que ¡el primer castillo fue de madera!. Como el asentamiento perduraba, se fue sustituyendo la madera por la piedra. Sabemos que así fue en el siglo XII, en tiempos de Ramiro II el Monje, quando Iordan faciebat illum castellum in Feliziana. Aunque yo no lo tengo del todo claro, la tradición señala que la marca que vemos en una de las piedras de la cara oeste, es la marca del maestro Jordán.

Sería magnífico poder tener una máquina del tiempo para asomarnos y ver cómo era ese castillo, ya que en la actualidad, poco más que la torre del homenaje nos queda en pie. La planta de esa torre es muy pequeña, unos 12 m2 en el interior, por lo que probablemente tendríamos que imaginarnos una torre de vigilancia más que de vivienda.

¿De quién era el castillo de Sos? ¡Del rey! Siendo una plaza fronteriza clave durante toda la Edad Media (primero frente al Islam y luego entre los reinos de Aragón y Navarra), el castillo pertenecía al rey, quien dejaba a su cargo a un “tenente”.

torre02

Y esto fue así en el caso de Sos hasta mediados del siglo XV. En esa época, fue el concejo de la villa quien pasó a hacerse cargo del castillo. Sabemos que en 1448 el justicia y los jurados “contratan” a Juan Ferrero para guardar el castillo, a cambio de 170 sueldos anuales, ¡menudo jornal! El Concejo utilizó el recinto como almacén, allí parece que estuvo el archivo municipal… todo fue destruido con el paso del tiempo y durante la Guerra de la Independencia.

¿Todo? ¡No! En 1482 el Concejo invirtió 500 sueldos (¡un dineral!) en fabricar un reloj que se colocaría en la torre del homenaje. El encargado de realizarlo fue Rodrigo, de Olite. Aunque el mecanismo no es el mismo, aquella campana sigue marcando el transcurso del tiempo en Sos del Rey Católico.

¿Quién destruyó Sos?

Al pasear por Sos del Rey Católico suele llamar la atención la cantidad de casas fechadas en la primera mitad del siglo XIX. Cuando yo empecé a venir y pregunté al respecto, la respuesta fue que Sos había resistido fielmente frente a los franceses, y a modo de castigo, éstos habían destruido numerosas casas (sobre la Guerra de la Independencia ya os hemos hablado otras veces, aquí y aquí). Y ahí quedo la cosa.

A los años, cuando andábamos investigando la historia de la villa para preparar las visitas guiadas… voy a intentar poneros en situación: consultando libros en una biblioteca de San Sebastián, en concreto en el sancto sanctorum de la biblioteca, un lugar donde había que solicitar los libros, que se consultaban bajo estrecha vigilancia, rodeada de investigadores que casi te llamaban la atención si hacías mucho ruido al escribir con el bolígrafo… a lo que voy, rastreando libros de historia empiezo a ver que la toma de Sos fue algo “sencillo”, un hecho que pasó sin pena ni gloria. ¿Eh?

Y de pronto, me llega el diario de Francisco Espoz y Mina, el guerrillero navarro que liberó Sos en 1813… ¡casi me da un ataque de risa! ¿cómo puede la memoria colectiva trastocar de esa manera los hechos?

El 24 de febrero Espoz y Mina se presenta en Sos con 1.400 hombres, dos piezas de a doce y dos de a cuatro (es decir, con cuatro cañones). Coloca una batería de dos piezas sobre el camino que va a Uncastillo, y esa misma tarde aunque no fue mucho lo que las piezas trabajaron… destruyeron sin embargo un pedazo de muralla.

bala

No especifica mucho, pero nos cuenta que al día siguiente ya se logró destruir el mayor estorbo que había para entrar en el pueblo. Y seguimos… convencido de no ser posible adelantar en la ruina del fuerte por medio del cañón, di principio a minarlo, estableciendo al mismo tiempo una nueva batería en las eras altas (…) y otra en la cima del monte llamado Paso de las Adoberías, (…) ambas baterías produjeron muy buenos resultados.

Hasta ahora vemos que en tres puntos rompe la muralla de Sos a cañonazos. Y como manejar los cañones dentro del recinto es complicado, pasamos a las minas. No pudo colocar y prender todas las que pretendía, pero el día 1 de marzo voló un ángulo del hospital y toda la pared que daba al mediodía. Imaginaréis que los franceses acuartelados respondieron al ataque, ¿cómo? los enemigos contraminaban y se oponían además a mis trabajos, causando bastante daño a las tropas.

Espoz y Mina ofrece la rendición, pero creyendo que van a ser pronto auxiliados, los franceses se niegan. Efectivamente, el día 2 de marzo se acerca el general París con tres mil quinientos infantes, doscientos cincuenta caballos y tres piezas de artillería.

Los guerrilleros piden refuerzos. Optan por dejarle el paso libre, y ocultarse en unas montañas cercanas para tenderles una emboscada. Pero de manera imprevista, el general cambia de rumbo y se lleva con él la guarnición de Sos.

Y así, Sos quedó libre del enemigo después de cuarenta meses que lo dominaba  y las fortificaciones fueron al instante demolidas.

Así que, ¿quién destruyó medio Sos?

El paso del tiempo

Hay personas y lugares a los que el paso del tiempo les favorece. Les aporta sabiduría, belleza y encanto. Así ocurre con Sos del Rey Católico, que en este 2018 cumple 50 años de la declaración de Bien de Interés Cultural (o Conjunto Histórico-Artístico, como entonces se llamaba).

entrada

El trabajo de rehabilitación de los últimos años, por parte de instituciones y particulares, ha hecho que hoy en día Sos sea una de las villas medievales más emblemáticas de Europa. Y seguimos, ¡queda mucho por hacer!

Hace un tiempo me regalaron una colección de postales antiguas de Sos del Rey Católico, estupendas para ver cómo ha cambiado el pueblo a lo largo de los años. Esperamos mostraros alguna más en los próximos meses 😉

Marcas y medidas

Voy a contar y a aventurar una explicación a algo que me ronda la cabeza desde la última vez que fui a Jaca. Vamos por partes…

Como igual sabes, en la fachada sur de la catedral está grabada la longitud de la vara aragonesa, en el soportal llamado “lonja chica” para diferenciarlo de la lonja principal. Pero además de las medidas de longitud, hay dos preciosas marcas talladas: una b gótica y una cruz patriacal (emblema del escudo de Jaca).

vara-jaca

Sabrás si conoces Sos del Rey Católico, que aquí tenemos también dos espacios donde se realizaba el mercado en la Edad Media, la lonja y el soportal de la plaza de la villa, ¿verdad? (en un rato volveremos sobre ello)

lugares-mercado

Recordarás si nos lees, que en Sos (como en otros lugares) existía la figura del Almutazaf, el oficial del mercado encargado entre otras cosas de vigilar los pesos y las medidas. Y sabemos que ya te has fijado en la medida de la vara aragonesa que también tenemos grabada en el soportal.

Pero posiblemente no hayas caído en que no sólo se comprobaban medidas de longitud. Había pesos y medidas oficiales de la villa, que era las que tenía el oficial y que al finalizar el tiempo de su cargo debía devolver al concejo para que fueran entregados al nuevo almutazaf. En un documento de 1484 se recoge el inventario de  los pesos y medidas que Eximen Chorrino (oficial del pasado año) entrega, y que pasan a manos de los nuevos almutazafes, Sancho Guerrero y Martin Pintano.

Y probablemente te suenen a chino los utensilios que entrega el oficial saliente:

-1 fanega (medida de capacidad para granos, en Zaragoza equivalía a 22,42 litros)
-1 cuartal (1/3 de una fanega)
-1 almud (1/4 de cuartal)
-1/2 cántaro cobre (medida de capacidad para vino, 9,91 litros)
-Unas balanzas
-Un marco en el que hay 7 piezas, del que faltan la más grande y la más pequeña
-Un sello de hierro para marcar las medidas

Fanega y cuartal realizados por tallerdeboj

-Un condo de hierro (platillo de balanza)
-2 piezas de 3 libras (una libra equivale a 16 onzas, y en Zaragoza tenía un peso de 350 gramos)
-3 piezas de una libra
-1 pieza de 6 onzas
-2 piezas de 6 onzas
-1 pieza de 2 onzas
-1 pieza de 1 onza
-1 pieza de ½ onza

Como habíamos anunciado, volvemos a los lugares de mercado de Sos del Rey Católico… y es que difícilmente te habrás fijado en las marcas, similares a las de Jaca, que encontramos en ellos grabadas. Las de la lonja están bien visibles, en la clave del arco que da acceso al soportal, encontramos una s y una flor de cuatro pétalos bajo el escudo con las siglas «IHS». La del soportal de la plaza se encuentra un poquito más escondida… en el lugar donde se unen los dos arcos interiores, en la cara contraria a donde encontramos la hendidura de la vara, volvemos a encontrar grabada la flor de cuatro pétalos.

marcas mercado

¿Adónde queremos llegar? Te preguntarás. Pues bien, lo lógico es deducir que los patrones oficiales de la villa debían estar marcados de alguna manera, más aún cuando entre los utensilios encontramos un “sello de hierro para marcar las medidas”.

Sin una descripción del sello ni haber llegado hasta nosotros los patrones oficiales es imposible confirmarlo al 100%, pero ¿no sería lo más probable que esa pequeña flor que encontramos en la lonja y el soportal fuera la señal con la que se marcaban los patrones oficiales de medidas? Cuantas más vueltas le doy (y le llevo dando vueltas un buen tiempo), ¡más claro lo veo!

Se oscureció el sol… el descubrimiento

La charla que Mª José Martinez Usó y Francisco Marco Castillo dieron ayer sábado fue una gozada, y ha hecho que me volváis a preguntar por la inscripción que descubrimos en el soportal de la plaza en el 2005… (si no sabes de que hablo, pincha aquí). “En vivo” lo he explicado en numerosas ocasiones, pero creo que no va a estar mal explicarlo aquí, para que veáis que mi papel realmente es muy pequeño, más bien una cuestión de cabezonería (si lo llamo perseverancia queda más bonito, lo sé) y curiosidad.

Paso 1: Ver la inscripción

No la vi yo, fue Juan Abella un día que entrábamos a Las Coronas a tomar algo. “¡Aquí hay una inscripción, mira!” ¡Pues sí que la hay! Era el año 2003

Paso 2: ¿Qué pondrá?

Le saque fotos, la miré y la remiré, y excepto notar que estaba girada, nada más… Así que ¡a buscar ayuda! Le pasé la foto a alguien que me da mil y un vueltas en epigrafía (eso de leer lo escrito en superficies duras), Miguel Ibáñez (más conocido en casa como “aita”). Él tampoco lograba leerla, así que la pasamos a un amigo suyo aún más experto en esto, Julio Torres. Él tampoco consiguió ver nada.

Paso 3: Pero, ¿qué pondrá?

Estaba preparando con Pili Dominguez el libro de “Momentos en Sos”, y la inscripción me seguía rondando la cabeza. Decidimos publicarla, aunque no supiéramos el significado, con la esperanza de que alguien al verla en el libro pudiera aportar algo más.

Paso 4: Pero, ¿qué demonios pondrá?

Por no publicar la foto tal cual, decidí liarme la manta a la cabeza e ir marcando en la imagen los trazos. ¿Y esto cómo se hace? Con un programa de tratamiento de imágenes, cambiando constantemente las luces, sombras, curvas, tonos… de la foto para ir viendo algo poco a poco. Y tiempo, muchísimo tiempo. Así, quedo la siguiente imagen:

Dovela con la leyenda retocada

Dovela con la leyenda retocada

Paso 5: Pues sigo sin ver nada

Casi como en bucle, volvemos al paso 2. Tras haber delimitado los trazados veía algunas letras, pero reconozco que seguía sin ser capaz de leerla (¡latín!), así que ¡de nuevo a buscar ayuda!

Paso 6: ¡No puede ser!

Julio Torres esta vez la leyó, nos pasó por mail el texto que veía… Anno domini M CCC : L : IIII XVII die septembris : hora prima obscura uit sol… y lanzaba una pregunta al final “¿hubo un eclipse de sol en Sos del Rey Católico?”

Imagen: astronomia.com

Paso 7: Locura

Y así, de golpe, Julio, Miguel y yo, cada uno por nuestro lado nos pusimos a rastrear en Internet como locos. Sí, la web de la NASA señalaba que en esa fecha había habido un eclipse visible en Sos… sí, estaba además documentada su visión en Perugia (Italia)… no, no son muchos los testimonio de eclipses medievales documentados… no, menos aún en piedra, en España hay otro deteriorado… sí, el descubrimiento del testimonio grabado en piedra en Sos es espectacular 🙂

Epílogo

La respuesta de los medios cuando lo dimos a conocer fue estupenda, y no dejaba de resultarme curioso que pasado el tiempo, de vez en cuando, llegara alguien a la Tienda-Museo a buscarme y preguntarme por la inscripción… Pero el trabajo realizado por Mª José y Francisco le da una dimensión totalmente nueva: de ser una anécdota histórica (magnífica, eso sí), el hallazgo ha permitido aportar un granito de arena al estudio de la rotación de la Tierra ¡Ahí es nada!

eclipse

¡Trabajo en equipo! Gracias a Juan, Miguel, Pili, Julio, Mª José y Paco por haber logrado que sea parte de todo esto

17 de septiembre de 1354…

…el día en que el sol se oscureció en Sos:
Historia y astronomía grabadas en piedra

 

Hay cosas que damos por sentadas, por ejemplo, que el día dura 24 horas. Pero, ¿y si te dijéramos que cuando en la Edad Media se fundó Sos del Rey Católico el día duraba unos minutos menos?

Entendemos por día el tiempo que la Tierra tarda en completar su rotación (el giro sobre su propio eje), y ese tiempo no es del todo estable, se va reduciendo a lo largo del tiempo por el efecto del frenado de las mareas. ¿Cómo calcular la tasa de frenado de la rotación de la Tierra? Ahí entran en juego los eclipses. Y es que el conocimiento del momento y lugar exacto de los eclipses ocurridos en épocas antiguas permite precisar con mayor exactitud la tasa de frenado.

No son muchos los eclipses medievales documentados con exactitud, y uno de ellos lo encontramos en Sos del Rey Católico, descubierto en 2005. Tanto debió impactar a los habitantes de la villa el acontecimiento que dejaron el testimonio grabado en piedra en el soportal de la plaza: Anno domini M CCC : L : IIII XVII die septembris : hora prima obscura uit sol; “En la hora prima del 17 de septiembre del año de Nuestro Señor Jesucristo de 1354, se oscureció el sol”

Tras más de dos años de duro trabajo, Mª José Martínez Usó (Universidad Politécnica de Valencia) y Francisco J. Marco Castillo (Universidad Jaime I), con una mini colaboración de nuestra parte,  han publicado sus hallazgos relativos a las implicaciones astronómicas del eclipse de Sos del Rey Católico en la prestigiosa revista “Journal for the History of Astronomy”.

cartel-charla-web

Yo aún sigo alucinando con las repercusiones de su trabajo, así que estoy deseando que llegue el sábado 17 de septiembre de este 2016, ya que a las 19:30 h., tendremos el placer de conocer sus hallazgos con la charla que darán en la biblioteca municipal de la villa. Tranquilos, la charla será didáctica y sencilla, por si os pasa como a mi y entender este tipo de cosas se os hace un poco complicado 😉