Entre el bien y el mal

Vamos a presentar hoy cuatro piezas de la portada románica de San Esteban. La 5º y 6º de la arquivolta interior y las 8º y 9º de la central, en ambos casos, comenzando a contar desde la derecha del espectador. Va a quedar una entrada un poco larga, pero visualmente, las cuatro dovelas están juntas y, a pesar de las diferencias, parecen querer transmitir un mensaje unitario. Así que, ¡gracias por dedicarnos un poco más de tiempo de lo habitual en la lectura!

Bien y malLa composición es similar en las cuatro. Inicialmente pensé que era la misma, grupos de tres figuras en cada dovela, pero mirando mejor, me di cuenta de que las de la arquivolta interior parecen tener cuatro figuras y no tres.

Empezamos por la ARQUIVOLTA CENTRAL. La que aporta el mensaje más claro (que creemos extrapolable al resto de las piezas como conjunto) es la 8º:

InfluenciadoEn el centro, un hombre que sujeta un objeto con las manos ¿un instrumento musical? ¿una tabla?. A su derecha se distingue claramente un ángel, que intenta llamar su atención tomándole del codo. A su izquierda, una figura que le susurra al oído (la cabeza está muy deteriorada, por lo que no podemos saber si era humana o animal).

A pesar de no poder captar alguno de los matices, parece claro que la figura central se encuentra entre dos fuerzas contrapuestas, el bien y el mal. La representación de una figura (hombre, animal, ser celestial, demonio…) susurrando al oído nunca es trivial, la comunicación dicta una conducta.

Hay varias representaciones similares donde es Herodes el que está flanqueado por un ángel y un demonio, ambos intentando influenciar en sus decisiones. Igual no has visto esas representaciones, pero ¡seguro recuerdas algo similar de algún dibujo animado!

Bien y malLa figura central de la 9º parece una mujer, girada hacia el ángel de su izquierda. La mano izquierda sobre la cadera, el brazo derecho doblado, con una bola en la mano. Aunque el ángel no le susurra al oído, el gesto de la mano en la espalda, atrayéndola hacia él, es muy expresivo. Además, la bola puede tener distintos significados en el arte medieval, en función de su contexto, y uno de ellos es la representación del bien opuesto al mal. Ojalá supiera qué lleva el hombre al que la mujer casi le da la espalda, estoy segura de que nos ayudaría a entender aún mejor el mensaje.

Respecto a la composición de las dos piezas de la ARQUIVOLTA INTERIOR, encontramos cuatro figuras, relacionadas por parejas, cada una como si fuera un espejo contrario de la otra. Animal/persona, “figura”/animal.

Bien malLa persona de la 6º dovela es un hombre, la saya le llega hasta las rodillas y lleva una daga con funda al cinto. La persona de la 5º, por el tipo de vestimenta, yo diría que es una mujer. Ambas personas tienen una postura un tanto curiosa, evidentemente realizada a propósito. François Garnier tiene una brillante obra (Le langage de l’imagen du moyen âge) donde interpreta los gestos y posturas de las figuras del arte medieval, y tras analizar cientos de obras llega a una serie de conclusiones fracamente interesantes. Como en otras ocasiones, esta vez hemos acudido a él.

Ese tipo de posición corporal, con las piernas dobladas y el brazo (o brazos) alzados, se relaciona facilmente con orantes, en especial si el cuerpo está representado en ¾ y la cabeza girada hacia arriba (en nuestro caso, nos quedamos sin poder confirmar el giro de la cabeza). La postura de las piernas denota humildad y adoración, la de los brazos, ruego y ofrenda. Si bien nuestras figuras no son orantes, el lenguaje corportal nos indica que no se encuentran ante meros animales, sino que estos son la representación de algo superior.

En cuanto al animal hacia el que se gira cada persona, son símbolos contrarios, así como lo es la actitud hacia ellos. En la 6º vemos una preciosa águila, que en este caso creemos representaría a Cristo (para otras lecturas simbólicas de este y los demás animales de la portada, zoológico en piedra)

Parece que el hombre le está acariciando la cabeza o el mentón. De ser así, es un gesto afectuoso, utilizado en representaciones de amor romántico, maternal, fraternal…

Bien y malEn la 5º encontramos un detallado macho cabrío, símbolo del diablo. La ¿mujer? ¡le está tirando de las barbas! uno de los mayores insultos de la Edad Media, y un gran gesto de agresividad en la mayoría de las ocasiones en las que se representa. No es infrecuente la imagen de dos hombres tirándose mutuamente de las barbas (o uno a otro), y se entiende que son ancianos que luchan de esa manera al no poder batirse en armas. Sin embargo, no he encontrado una imagen similar a la que tenemos en la portada románica de Sos del Rey Católico (como siempre, si conoces alguna, será un placer que nos lo cuentes en los comentarios).

Bien malEl animal que se encuentra en la parte superior de ambas dovelas es algún tipo de mamífero, difícil poder concretar más.

Hay que fijarse bien, pero entre la persona y ese mamífero, hay “algo” en ambos casos. En la 6º, lo que podría ser un animal, en vertical, boca abajo (la cabeza a los pies de la persona y el mamífero exterior). En la 5º se ve más claro, ¡una personas desnuda cabeza abajo! Los brazos caídos y la cabeza están entre los pies de las figuras que le enmarcan. Las piernas salen de la boca del mamífero. Parece que o lo está empezando a tragar o está terminando de vomitarlo. Tiene un aire a las almas de los condenados devoradas en el infierno.

No llego a tener del todo claro si el mensaje específico de estas dos dovelas es «si haces esto te pasa esto en la otra vida,  o no hagas esto que te pasará esto, pero sea como sea, la idea general que transmite de impulso «hacia el bien», sería la misma. Ojalá se conservaran las cabezas de las personas para intentar afinar del todo con su expresión.

CONCLUSIÓN

Por la colocación de las piezas parece que las cuatro presentan el mismo mensaje: el ser humano rodeado e intentado ser influenciado por fuerzas del bien y del mal, con un apunte a las consecuencias de dejarse llevar por la maldad. Sabemos que la vida no es tan sencilla, pero ya hemos hablado otras veces de la proliferación en el arte medieval de la dicotomía bien/mal.

Cada una de las dovelas es una delicia en sí misma, en detalle y composición. Pero además, en esta ocasión, me parece especialmente interesante el que el mensaje intente reforzarse con representaciones distintas, colocándo las cuatro de manera que se entiendan como conjunto.

Bicorpóreo burlón

Cada vez que me acerco a la portada de la iglesia de San Esteban a mirar alguna cosa, termino fijándome en el ser de la 10º dovela de la arquivolta exterior, contando desde la derecha del espectador (vale, no lo puedo evitar… al verlo, con frecuencia le saco yo también la lengua). Y me he dado cuenta de que ¡todavía no os lo había presentado!

bicorporeoGeneralmente, en el arte románico los gestos exagerados se consideran una representación exterior de un alma no pura (malos pensamientos, maldad, impiedad…). Personalmente me parece encantador, pero está bastante claro que este precioso ser no estaría entre los modelos positivos a seguir, sino más bien en el amplio bloque de conductas a evitar tan presentes en la portada de la iglesia de Sos del Rey Católico y en el resto de ejemplos de arte medieval.

El hecho de sacar la lengua suele aparecer en representaciones de diablillos que se burlan de sus víctimas. Lo representado en Sos no es un diablillo, ni un ser común del bestiario, al menos yo no lo he logrado ubicar.  Así que, a falta de un término mejor, llamémosle bicorpóreo burlón 😊

¿Cómo es tu alma?

En el arte cristiano el alma tiene una forma corpórea, es una representación de la persona que la albergaba. Así, en las escenas de bienaventurados y condenados, lo que vemos representadas son “personas” que han ido al cielo o al infierno. Pero, ¿cómo ha llegado allí el alma?

En los sepulcros medievales es frecuente la representación de la elevación del alma (elevatio animae), en la que dos ángeles llevan el alma del difunto (representado como adulto o como niño) hacia el cielo. Y andaba yo de vacaciones en León, fijándome en ese detalle de los sepulcros del interior de la catedral, cuando recordé una de las piezas de la portada de San Esteban, situada en la arquivolta interior, la sexta empezando a contar desde la izquierda del espectador.

Estas semanas, en las que invertí algún tiempo en revisar fotografías de las escapadas pasadas, lo volví a recordar, así que ¡manos al teclado!

Elevación del alma

A pesar de que los pobres han perdido la cabeza, se distingue claramente a dos ángeles. Ambos se dirigen a una figura central, desmadejada, a la que ayudan a incorporarse.

DetalleMe despista el que la figura desmadejada se agarre de uno de los ángeles. Y aunque no es la manera habitual de representar la elevatio animae en el arte medieval, he encontrado una composición similar en el monumento funerario de Margarita de Brabante (obra de Pisano, en Génova, comienzos del siglo XIV). Está incompleta, por lo que el detalle de agarrarse o no se pierde. Nuestra  imagen está en la portada, no en un sepulcro, pero… ¿qué otra cosa podría ser?

«¿Por qué?» (San Lorenzo, San Juan, reina Estefanía )

¿Sabéis esa fase de los niños en la que constantemente preguntan “¿por qué?”? Pues he debido tener un momento regresivo, porque me he planteado por qué alguno de los personajes de las estatuas columnas de la portada de la iglesia románica de San Esteban se dan en todas partes como seguros (o casi seguros).

San Lorenzo (o San Vicente)

En la columna exterior de la zona izquierda (desde el espectador), la bibliografía indica que tenemos a San Lorenzo o San Vicente. ¿Por qué? Lleva en las manos una parrilla, sujeta con el manto como muestra de respeto (¡no es que queme!). Y es que a ambos santos se les martirizó quemándolos en una parrilla.

Pero, mientras que a San Lorenzo “sólo” se le San Lorenzoquemó vivo en ella, al pobre San Vicente… lo colocan en un potro para descoyuntarlo, lo desgarran con garfios de hierro, le colocan después sobre una parrilla, y como sigue vivo, le encierran en una mazmorra con cepos en los pies. Cuando muere, tiran su cuerpo al campo, pero como las bestias lo resperan, lo terminan metiendo en un saco y lo tiran al mar con una piedra de molino a modo de peso*. Ni con esas. El cuerpo fue devuelto a la orilla. Pero por eso es habitual representar a San Vicente con una piedra de molino.

En definitiva, dado que a San Lorenzo “sólo” se le martiriza quemándole vivo en una parrilla y que se le tiende a representar como un hombre joven (sin barba), creo que es él la figura representada en la portada (y resulta ser ¡el patrón de los bibliotecarios!)

*Nota: al próximo que me hable de la violencia en el cine o literatura actual, le voy a hacer leer un poco sobre los martirios de los santos cristianos.

San Juan

Es la figura situada en la columna interior de la zona izquierda. Sujeta, de nuevo a través del manto, el San Juan evangelistalibro de los Evangelios. Del libro no hay duda, muestra en la portada un calvario (la muerte de Jesús en la cruz) y el texto “TEST EVANGELI”. Pero son cuatro los evangelistas canónicos (los incluídos en el Nuevo Testamento), y los cuatro hablan de la Pasión de Cristo.

¿Por qué no es Mateo, Marcos o Lucas? Ya hablamos al explicar el tímpano de los símbolos de cada uno de ellos, así que lo primero que hice fue buscar un águila por todos los rincones. Nada. Parece que Juan era considerado el más joven, por lo que en el románico se le representa sin barba, al contrario que a los demás. Bien, convencida, aunque a medias, ya que la calvicie hipocrática no resulta especialmente juvenil.

Reina Estefanía

Pasamos al lado derecho, a la figura central. No tengo claro en qué documentación se basa, pero toda la bibliografía indica que la iglesia de San Esteban de Sos del Rey Católico fue promovida en el año 1055 por la reina viuda Estefanía. Doña Estefanía fue la esposa del rey Reina Estefaníanavarro García Sánchez III el de Nájera, y aunque tras la división del territorio a la muerte de Sancho III el Mayor Sos se encontraba en territorio aragonés, eclesiasticamente seguía dependiendo de Navarra.

Aunque la portada se realiza casi cien años más tarde del comienzo de la construcción de la iglesia, tiene todo el sentido que se guarde en ella un espacio para quien fuera la promotora de la obra. Que la figura representada en la estatua columna es un mujer, parece claro. ¿La reina Estefanía? A mediados del siglo pasado alguien leyó “Doña Estefanía” en la toca de la figura (he intentado ratrear quién es el primero que lo indica, pero no he atinado). La verdad es que a lo largo de los años he invertido ratos mirando y fotografiando la pieza, y al fin, el pasado verano, ¡yo también leí el texto! «dona Esthefana»

donaesthefanaAhora que estoy convencida de quien es, ¡me falta averiguar qué lleva en las manos! ¿alguna idea?

¡No me pongas esa cara!

Dentro del bestiario medieval hay unos cuantos seres medio humano medio animales: arpía, mantícora… en la portada románica de San Esteban encontramos otros seres híbridos de los que ya os hemos hablado, la sirena y el centauro.

Pero lo que vemos en la séptima dovela de la arquivolta exterior (contando desde la derecha), es algo distinto:

cabeza-animalNo son seres del bestiario propiamente dicho. La imagen representa a dos personas cuyas cabezas son de animales. Lo que creemos un hombre tiene cabeza de perro, con las grandes fauces abiertas mostrando los puntiagudos dientes en una gran sonrisa que provoca cierta inquietud. La que parece una mujer también tiene cabeza de animal, sacando la lengua, y su mano izquierda parece una pezuña.

cabeza-animal2No hay que darle muchas vueltas para intuir que no simboliza nada bueno. Nada que ver con los dioses egipcios con cabeza de animal. En la iconografía medieval, los seres híbridos eran considerados indecisos e hipócritas, ya que tenían dos almas. Sin arriesgar demasiado, ¿hará referencia a la lujuria?

Tímpano de la portada de San Esteban

El lugar más destacado de las portadas medievales es el tímpano, el espacio semicircular (o apuntado en el caso del gótico) que se encuentra entre el dintel de la puerta y las arquivoltas.

timpano01En ellos, es habitual representar el tema que encontramos en la portada de San Esteban de Sos del Rey Católico: Cristo en majestad con el tetramorfos. Seguro que algo recuerdas de las clases de arte, pero ¡vamos a analizarlo al detalle!

Cristo en majestad

Esa aureola ovalada que le rodea se denomina mandorla, palabra de origen italiano que significa almendra. Como geométricamente la figura se forma con la intersección de  dos círculos, simboliza a la vez los mundos celestial y terrenal.

Con el Cristo en sí es como si hubiera habido una indecisión. Lo vemos de frente, sentado en trono, con bigote y barba, pelo hasta los hombros y pies bajo la túnica. Hasta aquí bien. Este modelo de Cristo juez se representa en ocasiones (como en el Pórtico de la Gloria de la catedral de Santiago de Compostela) con los brazos abiertos, mostrando las llagas de la crucifixión.

timpano-pantocratorEl Cristo de los tímpanos puede adoptar otra postura, bendiciendo con la mano derecha (con los dedos índice y corazón), y con el libro de la vida (donde están escritas las buenas y malas acciones de los hombres) cerrado o abierto, en la izquierda.

En nuestro caso tiene los brazos y manos abiertas, pero sobre la izquierda, en precario equilibro, encontramos un libro. Parece un intento de unificar los dos tipos. El resultado me parece raro y poco natural, pero quién soy yo para valorar.

 

Tetramorfos

Vayamos al origen, a la visión del profeta Ezequiel:
(…) se abrió el cielo, y vi a Dios en una visión. (…) en el centro mismo había algo parecido a cuatro seres con aspecto humano. Cada uno de ellos tenía cuatro caras y cuatro alas (…) Las caras de los cuatro seres tenían este aspecto: por delante, su cara era la de un hombre; a la derecha, la de un león; a la izquierda, la de un toro; y por detrás, la de un águila (…) Iban en la dirección en que el poder de Dios los llevaba.

timpano-evangelistasEn ella se inspirará la visión del Apocalipsis de Juan:
Vi un trono puesto en el cielo, y alguien estaba sentado en el trono (…) había cuatro seres vivientes llenos de ojos por delante y por detrás. El primero de aquellos seres parecía un león, el segundo parecía un toro, el tercero tenía aspecto humano, y el cuarto parecía un águila volando. 

Aunque para ciertos teólogos medievales los cuatro seres representarían cuatro momentos clave de la vida de Cristo (hombre, nacimiento; toro, muerte; león, resurrección; águila, ascensión), pronto fueron asimilados a los cuatro evangelistas.

Suelen ubicarse alrededor de Dios, mirando hacia él, alados, Mateo (hombre) y Juan (águila) en la parte superior, Marcos (león) y Lucas (toro) en la inferior. En nuestro caso no hay duda de que se quiere representar a los evangelistas, los inferiores portan libros y tanto el hombre alado como el águila llevan filacterias.

Completando el espacio

Seguro que te suena eso del horror vacui medieval, ese afán por llenar con motivos todo hueco vacío. El tímpano dela portada románica San Esteban se “queda grande” una vez colocado el Cristo y el tetramorfos, así que se completa el espacio con otras figuras.

Los ángeles forman parte de la corte celestial. Es decir, que además de asistir a los hombres y hacer de mensajeros, parte de su “trabajo” es alabar y adorar a Dios. Y eso llevan haciendo unos cuantos siglos los cuatro que tenemos tallados en el tímpano.

timpano-horror-vacui

Tan sólo en la figura inferior de la derecha (del espectador) no detecto rastros de alas. Parece ser una figura orante, y aunque nosotros no sabemos ponerle nombre y apellidos, probablemente represente a alguien involucrado en la construcción de la iglesia de Sos del Rey Católico.

 

 

 

 

Hombre salvaje

En entradas anteriores hemos visto cómo el arte medieval utilizaba los animales (reales y monstruosos) para adoctrinar sobre el bien y el mal, vertiendo sobre ellos virtudes y defectos.

Relacionado con lo que se pretende transmitir a través de algunos animales y los seres híbridos, encontramos al conocido como “hombre salvaje”. Cuerpo cubierto de pelo, largas barbas y cabellos, aspecto fiero y fuerte. En ocasiones viste algo similar a un taparrabos, y es habitual representarlo empuñando un garrote como arma o bastón.

El prototipo de esta figura aparece en los siglos XIII-XIV, Salvaje_y_civilizado_en_la_lonja_de_valenciay los dos siglos posteriores puebla reprepresentaciones artísticas y leyendas. Aparecerá con frecuencia en el arte gótico y renacentista, como contrapunto al caballero y como guardián de escudos nobiliarios. Uno de los ejemplos más bonitos de la contraposición salvaje/civilizado se encuentra en la Lonja de la Seda de Valencia, del siglo XVI (la imagen, de Chosovi, vía wikipedia)

A pesar de ser un icono posterior, existen algunos antecedentes en el siglo XII, en un capitel de la catedral vieja de Salamanca y en la llamada “Biblia de Pamplona” (la ilustración de la locura de Nabucodonosor).

Y ahora, veamos lo que encontramos en la portada románica de San Esteban:

salvaje01Te ayudo. Un varón, cubierto con un taparrabos, con un ¿garrote? en la mano. ¿Un hombre salvaje?

salvaje02Contras: es una representación escasa en el románico, a pesar del deterioro de la portada no parece que el cuerpo esté cubierto de pelo, le falta la cabeza (pero me apuesto tres garbanzos a que tenía barba y pelo largo).

Pros: ¿qué es si no? No forma parte de ninguna escena, y además… es la figura inferior de las tres situadas en el extremos exterior izquierdo de la jambas, ¿y a quién tiene sobre él? A un hombre civilizado, bien compuesto, con espada.

Aunque no se ajusta al prototipo estético que se desarrollará en el gótico, por su aspecto y localización, diría que tiene la misma función de contraponer salvaje/civilizado. ¿Qué opinas?

Actualización diciembre 2023

Tenía muchas ganas de volver a la portada tras la restauración, por seguir con alguna pieza que me resiste y por volver a mirar las que ya creía tener más o menos claras. Los nuevos detalles que se aprecian cambian totalmente el sentido de esta figura, ya que se percibe que lo lleva en la mano no es un garrote, ¡sino un pez!

Como ocurre en otros ejemplos románicos (por ejemplo, en Uncastillo), podríamos relacionar el pez con la tentación asociada a las sirena (la miniatura, del Bestiario de Philippe de Thaon de comienzos del siglo XIII)

Tres cabezas, un monstruo y medio centauro

Me gusta el bestiario medieval, en especial los animales mitológicos. Reviso cada cierto tiempo la portada de la iglesia de San Esteban en busca de esos seres imaginarios. Bueno, imaginarios… tan real era para la mentalidad medieval un grifo como un león, ¿por qué no va a existir el basilisco? Por estos lares, habían visto tantas sirenas como monos.

¿Te vienes conmigo a la iglesia de Sos del Rey Católico? Hoy vamos a fijarnos en la dovela de arranque derecho de la arquivolta exterior. Allí encontramos dos figuras.

dovela-centauroAunque le falta parte del cuerpo, estoy segura al 100% de que la de la izquierda es un centauro, un ser mitad caballo mitad hombre. Para la mentalidad medieval, esos seres híbridos no eran muy de fiar, ya que tenían dos almas, la humana y la animal. Es un centauro del que se llama tipo Sagitario, con arco (que no se conserva), girado, en actitud de disparar hacia atrás.

A la derecha, un monstruo genérico, con rasgos animales exagerados (en especial la boca y los ojos) y cola, en equilibrio sobre uno de sus cuartos traseros.

centauro-monstruo¿Recordáis que hace un tiempo, al hablar de las dovelas de arranque de la arquivolta central vimos una simetría? (la buena y mala madre). ¿Qué habrá en la dovela de arranque del otro lado esta vez?

Renè Crozet (hablamos de él aquí) veía en esa figura una quimera. La quimera es un ser de la mitología griega con cabeza de león, cuerpo de cabra y cola de dragón. A veces es representado con dos cabezas (león y cabra) y la serpiente es la cola o sale del lomo. En la dovela de Sos del Rey Católico sí que parece hacer un batiburrillo de cabezas, pero mirándola desde distintos ángulos parecen ser realmente tres animales independientes pero amontonados.

E1¿Qué animales? ¿Qué representa? Mamíferos. Seguro que nada bueno. Podría parecer que el situado a la izquierda está montando al que muerde la cola del tercero, en cuyo caso podríamos estar ante referencias a la lujuria y la ira. ¡Y hasta ahí he logrado llegar!

Si el artista intentó tallar o no una quimera, nunca lo sabremos. Pero si intentamos buscarle un parecido a algún ser mitológico, más se acercaría a Cancerbero, el perro de tres cabezas guardián del inframundo. Ésta es una de las piezas que dudábamos si colocar en nuestro zoológico en piedra. Ha exigido unas cuantas miradas y fotos desde distintos ángulos para poder detectar que, efectivamente, lo representado son animales reales. Un poco apiñados, pero reales.

[actualizado: 6 de febrero del 2021]

¡Feliz noche de Reyes!

¿Sabías que en la portada románica de San Esteban tenemos representada la Epifanía?

epifania deble

La pieza está en el lateral izquierdo (ya os hablamos de las que hay en el lateral derecho aquí). Cuando hacía visitas guiadas por Sos del Rey Católico, me encantaba explicarla sobre todo a escolares. En cuanto les empezabas a indicar lo que se veía en la imagen, ¡en seguida adivinaban a qué hacía referencia! Y es que, ¿qué niño no conoce a los Reyes Magos? 🙂

Tócala otra vez, David

En la portada románica de San Esteban encontramos por lo menos, además de en la dovela de la que ya os hablamos, dos músicos más. Y la verdad, aunque es un poco extraño, creemos que ambos representan al rey David.

rey-davidLa estatua-columna central de la zona derecha está clarísimo. En el instrumento de cuerda está escrito su nombre (¿recuerdas que pasaba lo mismo con el monje Pelayo?), en latín “REX DAVIT” y en hebreo* (los símbolos que se ven en la sección inferior derecha de la fídula o viola de arco).

El segundo músico es una de las figuras que se encuentra entre las estatuas columnas, en la zona izquierda, la inferior del grupo central. Aunque más pequeño y deteriorado, las semejanzas entre ambas figuras se perciben claramente: la túnica que deja las piernas al aire, la postura cruzada de las piernas, el instrumento de cuerda… Además, no están exactamente de pie, sino que parecen apoyarse en un asiento/trono. El del músico en la jamba está decorado con una cabeza, y el asiento de la estatua-columna ha llevado en alguna ocasión a confusión, interpretándose como una lira.

Algo curioso es que tengan las piernas cruzadas, y es que a partir de la segunda mitad del siglo XII es un gesto cada vez más frecuente en figuras de personajes que detentan autoridad, bien temporal, bien espiritual.

musicos

Y ahora es cuando dejamos volar la imaginación… si ambos son el rey David, ¿qué pasó?

En la portada ha de estar el Rey David. Queremos que el monarca de Israel sea una de las figuras esenciales de la entrada al templo que estamos construyendo”, dijo el maestro de obras.

Dicho y hecho. El escultor pasó horas creando la figura con el detalle que pudo teniendo en cuenta el tamaño, ¡hasta tallando una cabeza de león en el asiento del monarca!. “¡Es muy pequeño! ¡Y nadie va a saber que es el rey David! Lo quiero más grande, ¡que sea una de las estatuas columna! Y que nadie dude de quien es”.

Dicho y hecho. Pero «¿qué hacemos con la otra figura tallada?» No es cuestión de desperdiciar el trabajo realizado. Así que «¿y si la colocamos también, pero un poco alejada de la otra para que no se vea que hemos metido la pata?».

Que posiblemente no pasó nada parecido, tal vez el otro músico ni siquiera sea el rey David. Pero es una auténtica delicia dejar volar la imaginación frente a la portada de la iglesia románica de Sos del Rey Católico.

*Actualización diciembre del 2020: tradicionalmente se ha interpretado el texto hebreo como «Rey David», pero nos parece que tiene mucho más sentido lo que apunta Manuel Valle en su blog: ALABAD A YAHWEH (alabad a Dios, Aleluya)