Se oscureció el sol… el descubrimiento

La charla que Mª José Martinez Usó y Francisco Marco Castillo dieron ayer sábado fue una gozada, y ha hecho que me volváis a preguntar por la inscripción que descubrimos en el soportal de la plaza en el 2005… (si no sabes de que hablo, pincha aquí). “En vivo” lo he explicado en numerosas ocasiones, pero creo que no va a estar mal explicarlo aquí, para que veáis que mi papel realmente es muy pequeño, más bien una cuestión de cabezonería (si lo llamo perseverancia queda más bonito, lo sé) y curiosidad.

Paso 1: Ver la inscripción

No la vi yo, fue Juan Abella un día que entrábamos a Las Coronas a tomar algo. “¡Aquí hay una inscripción, mira!” ¡Pues sí que la hay! Era el año 2003

Paso 2: ¿Qué pondrá?

Le saque fotos, la miré y la remiré, y excepto notar que estaba girada, nada más… Así que ¡a buscar ayuda! Le pasé la foto a alguien que me da mil y un vueltas en epigrafía (eso de leer lo escrito en superficies duras), Miguel Ibáñez (más conocido en casa como “aita”). Él tampoco lograba leerla, así que la pasamos a un amigo suyo aún más experto en esto, Julio Torres. Él tampoco consiguió ver nada.

Paso 3: Pero, ¿qué pondrá?

Estaba preparando con Pili Dominguez el libro de “Momentos en Sos”, y la inscripción me seguía rondando la cabeza. Decidimos publicarla, aunque no supiéramos el significado, con la esperanza de que alguien al verla en el libro pudiera aportar algo más.

Paso 4: Pero, ¿qué demonios pondrá?

Por no publicar la foto tal cual, decidí liarme la manta a la cabeza e ir marcando en la imagen los trazos. ¿Y esto cómo se hace? Con un programa de tratamiento de imágenes, cambiando constantemente las luces, sombras, curvas, tonos… de la foto para ir viendo algo poco a poco. Y tiempo, muchísimo tiempo. Así, quedo la siguiente imagen:

Dovela con la leyenda retocada

Dovela con la leyenda retocada

Paso 5: Pues sigo sin ver nada

Casi como en bucle, volvemos al paso 2. Tras haber delimitado los trazados veía algunas letras, pero reconozco que seguía sin ser capaz de leerla (¡latín!), así que ¡de nuevo a buscar ayuda!

Paso 6: ¡No puede ser!

Julio Torres esta vez la leyó, nos pasó por mail el texto que veía… Anno domini M CCC : L : IIII XVII die septembris : hora prima obscura uit sol… y lanzaba una pregunta al final “¿hubo un eclipse de sol en Sos del Rey Católico?”

Imagen: astronomia.com

Paso 7: Locura

Y así, de golpe, Julio, Miguel y yo, cada uno por nuestro lado nos pusimos a rastrear en Internet como locos. Sí, la web de la NASA señalaba que en esa fecha había habido un eclipse visible en Sos… sí, estaba además documentada su visión en Perugia (Italia)… no, no son muchos los testimonio de eclipses medievales documentados… no, menos aún en piedra, en España hay otro deteriorado… sí, el descubrimiento del testimonio grabado en piedra en Sos es espectacular 🙂

Epílogo

La respuesta de los medios cuando lo dimos a conocer fue estupenda, y no dejaba de resultarme curioso que pasado el tiempo, de vez en cuando, llegara alguien a la Tienda-Museo a buscarme y preguntarme por la inscripción… Pero el trabajo realizado por Mª José y Francisco le da una dimensión totalmente nueva: de ser una anécdota histórica (magnífica, eso sí), el hallazgo ha permitido aportar un granito de arena al estudio de la rotación de la Tierra ¡Ahí es nada!

eclipse

¡Trabajo en equipo! Gracias a Juan, Miguel, Pili, Julio, Mª José y Paco por haber logrado que sea parte de todo esto

17 de septiembre de 1354…

…el día en que el sol se oscureció en Sos:
Historia y astronomía grabadas en piedra

 

Hay cosas que damos por sentadas, por ejemplo, que el día dura 24 horas. Pero, ¿y si te dijéramos que cuando en la Edad Media se fundó Sos del Rey Católico el día duraba unos minutos menos?

Entendemos por día el tiempo que la Tierra tarda en completar su rotación (el giro sobre su propio eje), y ese tiempo no es del todo estable, se va reduciendo a lo largo del tiempo por el efecto del frenado de las mareas. ¿Cómo calcular la tasa de frenado de la rotación de la Tierra? Ahí entran en juego los eclipses. Y es que el conocimiento del momento y lugar exacto de los eclipses ocurridos en épocas antiguas permite precisar con mayor exactitud la tasa de frenado.

No son muchos los eclipses medievales documentados con exactitud, y uno de ellos lo encontramos en Sos del Rey Católico, descubierto en 2005. Tanto debió impactar a los habitantes de la villa el acontecimiento que dejaron el testimonio grabado en piedra en el soportal de la plaza: Anno domini M CCC : L : IIII XVII die septembris : hora prima obscura uit sol; “En la hora prima del 17 de septiembre del año de Nuestro Señor Jesucristo de 1354, se oscureció el sol”

Tras más de dos años de duro trabajo, Mª José Martínez Usó (Universidad Politécnica de Valencia) y Francisco J. Marco Castillo (Universidad Jaime I), con una mini colaboración de nuestra parte,  han publicado sus hallazgos relativos a las implicaciones astronómicas del eclipse de Sos del Rey Católico en la prestigiosa revista “Journal for the History of Astronomy”.

cartel-charla-web

Yo aún sigo alucinando con las repercusiones de su trabajo, así que estoy deseando que llegue el sábado 17 de septiembre de este 2016, ya que a las 19:30 h., tendremos el placer de conocer sus hallazgos con la charla que darán en la biblioteca municipal de la villa. Tranquilos, la charla será didáctica y sencilla, por si os pasa como a mi y entender este tipo de cosas se os hace un poco complicado 😉