Luna Lunera 09

La 8º edición de Luna Lunera nos ha dejado un sabor de boca inmejorable. Confiamos en que todos lo que habéis estado alojados en Ruta del Tiempo hayáis disfrutado de vuestra estancia en Sos, para nosotros ha sido un placer acogeros. Esta edición nos ha traído el concierto más especial de todos los celebrados hasta el momento, el ofrecido el 8 de agosto por Marah y Vetusta Morla.

Comentaros (aunque los que habéis estado en Ruta ya lo sabréis), que estoy pluriempleada, y dentro de mi trabajo como guía para el Ayuntamiento, me toca estar alguna noche de “portera de festival”. El caso es que el 8 nos tocaba a Raquel y a mi estar en la entrada del concierto. Cuando habíais entrado algo más de la mitad del público, nos comunicaron que bloqueáramos la puerta, ya que comenzaba a llover. El escenario de los conciertos es espectacular, el soportal de la lonja medieval, pero está muy expuesto a la lluvia, más aún a la lluvia de Sos, que debido al viento cae en diagonal. Bajaron los que habían entrado (casi todos) a resguardarse donde la barra, y los que aún quedaban fuera, esperaron a ver qué ocurría. Pasaba el tiempo, seguía lloviendo, y hacia las11:20 decidimos acercarnos a donde está la organización, para saber cuánto tiempo se iba a esperar hasta decidir cancelar si seguía lloviendo. La respuesta fueron pocas palabras, pero muy expresivas “Tener paciencia. Habrá concierto”.

Foto hecha por Jesús, desde el balcón

Foto hecha por Jesús, desde el balcón

Así que de nuevo abajo, transmitimos eso, optimismo, paciencia, y el firme deseo de la organización y los grupos de sacar adelante el concierto. Pero seguía pasando el tiempo… y seguía lloviendo. “¿Habrá concierto?” “¿Se va a cancelar?” Cada vez que dejaba un poco de llover se preparaba y secaba todo arriba, la gente empezaba a subir… pero volvía a llover.

La cosa no pintaba bien. Luna Lunera es un festival especial, por el entorno, por los grupos, por la organización, y para mi, especialmente por el público. Los que habían acudido a ver a Vetusta Morlan, decepcionados, pero ¡los que habían venido a ver a Marah!, no hay palabras, el de Sos es el único concierto que daban en todo el verano en España. Algo en común a los seguidores de ambos grupos es su calidad humana. No se definirlo de otra forma. Fueron dos horas de espera, bajo la lluvia; nosotras sabíamos tanto como ellos “¿dejará de llover?” “¿se cancelará el concierto?”, una situación que podía haber sido muy tensa para nosotras, las porteras, pero que gracias a la conducta de los asistentes sobrellevamos con optimismo y paciencia, las mismas actitudes que intentábamos transmitir.

Lo dicho, seguía lloviendo, y casi todo el público estaba abajo, a la espera. “Casi todo”, porque arriba, en las gradas, quedó un “grupo de presión” de unas 25 personas, que bajo la lluvia se pusieron a cantar, con mejor intención que habilidad, todo hay que decirlo. Pero de pronto empezó a sonar mejor, y con algún instrumento… ¡parte de Marah había salido a acompañar al “grupo de presión”! Parece que la luna quería ver el espectáculo, el cielo se despejo un poco y dejó de llover.

A secar y a preparar todo, que empieza el concierto. De nuevo la gente empezó a subir a las gradas (ya era la tercera o cuarta vez que subían), pero, cuando estaban casi todos sentados… volvió la tormenta, y comenzó a llover aún más que antes. Otra vez todos abajo. Esta vez no paraba, ya eran más de las 12:30, había gente que tenía que volver a casa porque no había encontrado alojamiento en Sos… esta vez parecía el final, y desde la organización de decidió cancelar el concierto. Cuando parecía que todo estaba perdido, la gente salía apesadumbrada y nuestro optimismo se había agotado, un grito desde arriba «¡¡acústico en la plaza!!» ¿¿¿???

Vista gral del soportal, desde el balcón

Vista gral del soportal, desde el balcón

Ruta del Tiempo está en una situación privilegiada, así que Raquel y yo nos subimos a la zona común de la primera planta, desde donde teníamos una vista de lujo al concierto improvisado. Fuimos llamando a los huéspedes que encontramos para que subieran a verlo desde nuestro salón, y ofrecimos cobijo a algunos “compañeros de penurias” que llevaban dos horas en la puerta demostrando paciencia. En fin, si “donde caben dos caben tres”, donde caben 10 caben 15. Total, que si los que estaban abajo nos veían en la ventana y los balcones, y en vez de mirarnos con resentimiento nos sonreían y saludaban, bajábamos a abrirles la puerta.

Momento de la actuación de Marah, dsd la ventanita del salón

Momento de la actuación de Marah, dsd la ventanita del salón

En definitiva, el concierto del 8 de agosto en el soportal de la plaza de la villa se ha convertido en el momento más especial de todos los vividos en el festival. Quería escribir esta pequeña crónica (que ha quedado un pelín larga) principalmente para dar las gracias. Gracias a la organización por el esfuerzo. Muchas gracias a todoslos asistentes por vuestra paciencia con las porteras. Y mil gracias a los grupos, especialmente a los componentes de Marah, por vuestra música (no los conocía y se han convertido en uno de mis grupos favoritos) y sobre todo por vuestras ganas de tocar. Mil no, ¡un millón de gracias!